martes, 10 de abril de 2012

Quiero mejorar mi alimentación



Para celebrar la inmensa alegría de la publicación de ayer del post en Dumboshop y de vuestros alegres mensajes me he ido esta mañana al nutricionista.

He pasado unas vacaciones de lo más bipolares. Mientras mi hermana no paraba de comprar focaccias y cocinar tartas de todos los colores su discurso sólo incluía recetas a base de espelta con hinojo, puntos de cocción al vapor, dietas desintoxicantes para el hígado y los beneficios del té verde orgánico desteinado. Creo que lo que a los treinta buscas en las cremas a los cuarenta lo encuentras en la alimentación. 



Así que para ahorrarme diez años de desventuras ahí que me he ido a ver al nutricionista del seguro para ahorrarme los 150€ que suele costarme cada batallita de este tipo en consultas privadas en las que el iluminado de turno te mira con desdén por no diferenciar el Reiki de la Kinesiología.

Cuál ha sido mi sorpresa al no recibir ninguna reprimenda por la ingesta compulsiva de chocolate sino una dieta de 1500 calorías en la que se incluye leche, pan, hidratos para comer y proteína para cenar y fruta para media mañana y galletas a media tarde. Todo en tamaño ración de hamster pero existente al fin y al cabo. Esa era su receta para una alimentación sana.

Le he mirado como si me hubiera ofrecido crack a la puerta del colegio de los niños. Me esperaba una larga charla sobre los beneficios de no tomar azúcar, de la toxicidad de la leche y de los beneficios de la soja y me he encontrado con la dieta del cucurucho.

Entendedme, yo de eco-trendy tengo lo justo. El tofu sólo lo como en la sopa miso de los japos y me pirra el brie en cantidades industriales, los que sólo cogen los panecillos integrales en los restaurantes me parecen seres sospechosos y al té verde no acabo de pillarle el punto porque es amargo como la zarzaparrilla pero algo tendrá de beneficioso porque ahora te lo ofrecen hasta en el McDonalds.

Así que cabizbaja y confusa me he ido a comer con mi marido un un entrecot del tamaño de mi cara con patatas fritas mientras discutíamos los beneficios del glutamato chino. Eso sí, para terminar he pedido un poleo-menta por aquello de los antioxidantes.

1 comentario:

  1. Pero que gracia tienes!! en serio, me parto con lo del entrecot!!! sigue, sigue….

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